El éxito de la telefonía móvil en España, muy por encima de las estimaciones iniciales más optimistas que habían hecho las operadoras, es uno de los hechos más destacables del final de la década de los 90 y principios de los años 2000. El aumento vertiginoso del número de líneas móviles durante aquellos años se ha ido estabilizado (véase la figura 1) de forma que, actualmente, las líneas ya no varían aunque sí lo hace el tráfico de datos por teléfono (vea la figura 2).

Figura 1. Evolución líneas telefonía móvil 2000-2013 según Observatorio de Red.es en España
Año | 2012 | 2013 | 2014 | 2015 |
Tráfico de datos | 97.236 | 133.895 | 205.709 | 361.313 |
Figura 2. Consumo de datos de servicios de banda ancha móvil en España según CNMC
Este fenómeno se debe a que los terminales móviles, de la mano de la evolución tecnológica, han pasado de ser meramente una herramienta para realizar llamadas de voz a convertirse en verdaderos dispositivos multifuncionales, con capacidad de ejecutar una amplísima gama de prestaciones con millones de ‘apps disponibles.
Las aplicaciones de todo tipo sobre terminales móviles precisan, cada vez, más capacidad de datos por parte de las redes no fijas. La próxima generación de telefonía móvil, la 5G, pensada para satisfacer estas necesidades y las del Internet de las Cosas, podrá gestionar este volumen de tráfico pero sobre una infraestructura de red que requiere ampliar el número de instalaciones de antenas , especialmente en aquellas zonas donde la población se concentra, como los centros de las ciudades, las zonas turísticas, los estadios deportivos, los aeropuertos, etc. Una parte de las infraestructuras de apoyo de red corresponderá a las clásicas estaciones base, situadas en las cubiertas de los edificios o en torres construidas en parcelas no edificadas, pero, según datos del operador de infraestructuras Cellnex, por cada una de estas instalaciones tradicionales habrá 10 small cells. Como resultado, antes de 2020, habrá en España un total de entre 30.000 y 75.000 nuevas instalaciones de telefonía móvil con las que se espera cubrir un incremento estimado de consumo de datos del 56% en los próximos 5 años.
En este sentido, Cellnex ha cerrado un acuerdo marco para el despliegue de antenas con JC Decaux, empresa que se dedica a la gestión de mobiliario urbano en las calles de las ciudades así como en espacios como el metro, los aeropuertos o las estaciones de ferrocarril. Parece lógico imaginar que la instalación de todos estos elementos generará un gran impacto sobre el paisaje urbano y que las empresas como Cellnex, o los propios operadores, deberán establecer acuerdos con los Ayuntamientos respecto de las condiciones de empleo de la vía pública o de bienes de dominio público. Es decir, la visión de las administraciones locales como organismos celosos de sus competencias en urbanismo, medio ambiente y paisaje urbano, «obstaculizando» a menudo los despliegues de red con permisos y requerimientos, puede cambiar radicalmente, pasando a ser, a ojos los operadores, «cómplices necesarios» que pueden y les han de ofrecer su mobiliario urbano, canalizaciones, infraestructuras públicas, etc. para hacer efectivo el desarrollo de todos estos pequeños nuevos elementos a nivel de calle.
Ante este futuro inmediato, BCN Projecta considera básico y estratégico que los municipios se preparen dotando de las herramientas necesarias para maximizar los beneficios indudables de las nuevas prestaciones. Esto significa gestionar adecuadamente los eventuales problemas de índole urbanística y similares de forma que no oscurezcan las ventajas y las oportunidades asociadas a las nuevas tecnologías de comunicación. Por ejemplo, ante la presencia simultánea de dispositivos de muchos operadores, o de servicios diferentes en la vía pública, parece perentorio que la administración local disponga de normas de admisión de instalaciones regladas, neutrales y transparentes, y de procedimientos para inventariar las y reflejarlas en las bases geográficas, o que disponga de instrumentos de gestión, precisamente, de los efectos de su concurrencia, así como de evaluación de las correspondientes tasas económicas en concepto de ocupación de la vía pública.
BCN Projecta, pone a disposición de los municipios una serie de tareas de asesoramiento con este objetivo así como su experiencia en la materia. En concreto, propone a los ayuntamientos las iniciativas siguientes:
- Auditoría inicial del estado de las redes del municipio, tanto móviles como fijas. En concreto, es esencial conocer los puntos con conectividad a fibra óptica.
- Poner en marcha y mantener una cartografía con todas las redes de telecomunicaciones desplegadas por los diferentes operadores.
- Elaborar un código de buenas prácticas que dé requerimientos claros de cómo se deben realizar las instalaciones y que recoja las especificados de la población.
- Desarrollar una determinada organización interna, si es necesario, interdepartamental, que facilite la interlocución operadores ayuntamiento a nivel interno municipal.
- Fijar objetivamente, en las ordenanzas fiscales, las tasas a cobrar a los titulares de las instalaciones, y que sean neutrales, no discriminatorias, realistas, no abusivas, etc.
- Establecer procedimientos o pautas para la supervisión, vigilancia o mantenimiento de los equipos instalados en la vía pública.
- Disponer de técnicos internos o subcontratados que realicen inspecciones regulares.
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